viernes, 10 de enero de 2014


Salamanca es una ciudad de contrastes


Desde la atestada ciudad llena de estudiantes que puede llegar a aturdir incluso al más estoico ermitaño hasta el recorrido arquitectónico mitificado por años de castellanas historias.

La Plaza mayor es un impresionante centro que ejemplifica el afán de la época por la permanencia y la exaltación de las figuras relevantes aterradas por la imagen del olvido y alentados por la idea de la grandeza. Este conjunto barroco contempla la ciudad perfectamente adaptado a nuestros tiempos, pasando inadvertida ante los ojos que aquellos que tantas veces la han cruzado.

Pero si nos damos un paseo, esquivando Erasmus y adolescentes abrumados por la vida lejos de casa, las tascas y la madrugada, encontraremos edificios que nos recordarán el megalómano espíritu medieval o barroco.

Plaza mayor de salamanca 

















Construida con un arte barroco

Es uno de los lugares emblemáticos de la ciudad, es el centro de la vida social. Fue construida entre 1729 y 1756 en estilo barroco por Alberto de Churriguera. Anteriormente había otra plaza, la de San Martín que era mucho más grande ya que comprendía también la plaza del Mercado, la del Corrillo y la del Poeta Iglesias pero, hacia 1724 se decide hacer una plaza más armónica y acorde con las tendencias urbanísticas de la época y se empieza a construir esta Plaza Mayor, al estilo de la plaza Mayor de Madrid, pero utilizando para su construcción piedra franca de Villamayor, con su color característico, dorado. La plaza tiene 88 arcos de medio punto que forman los soportales de la plaza, llenos de bares, cafés y tiendas. En estos arcos destacan los medallones que inmortalizan a personajes ilustres.




Los medallones que conforman la plaza

La Plaza Mayor de Salamanca 

es una de las más bellas de toda España y cada día es visitada por miles de turistas. Todo en este lugar tiene un encanto increíble, pero hay muchos elementos que pasan desapercibidos para la mayor parte de los visitantes y que, sin embargo, son los que hacen a este lugar realmente único. Uno de estos elementos son los medallones que podemos encontrar en cada uno de los 88 arcos de medio punto que fornan los soportales de la plaza.

A lo largo de los años estos medallones han sido utilizados para inmortalizar a los personajes más ilustres, así que podemos encontrar personas de todas las épocas y para todos los gustos. En estos medallones aparecen representados personajes tan dispares como reyes de la Edad Media y toreros que han tenido gran relevancia en la ciudad. También podemos encontrar figuras controvertidas, como por ejemplo la de Francisco Franco e incluso algunas que todavía no está finalizadas, como la de los príncipes de Asturias.

Además, también quedan todavía medallones libres para poder ir esculpiendo a nuevos personajes que sean importantes para la ciudad. Es uno de los elementos que más me llamó la atención de la Plaza Mayor y puedes estar contemplándolos durante horas ya que todos despiertan curiosidad y además te ayudan a refrescar la historia.


Sabias que en Salamanca
Sabíamos que en Salamanca, cualquier día del año, iba a haber mucho ambiente de Erasmus y de juventud y fiesta en cualquiera de los 52 fines de semana que tiene el año.
Uno es imaginárselo y otro es verlo en directo.
Aparecer por uno de los arcos de la Plaza Mayor un viernes o sábado con buen tiempo es quedarse con la boca abierta y obligar a nuestros labios a dibujar una amplia sonrisa.
Cuando ves cientos de personas tomando el sol sentados o acostados sobre el centenario suelo de la plaza no puedes resistirte a los impulsos de hacer lo mismo.
La gente toma el sol, se come un helado, se bebe una cerveza o simplemente charla con sus amigos en un lugar impresionante y al que los salmantinos están mas que acostumbrados a verlo a rebosar.
Recomiendo, y más ahora con la llegada del buen tiempo, una parada a todo viajero en esta plaza, que se detenga, se siente y disfrute del ambiente de fiesta y alegría que allí se respira.


Opinion personal

Una plaza enorme, un lugar de vida, desde sus suelos hasta los tejados, se vive en cada momento, cada día y cada persona con su historia. Una vibración, un sonido, músicas y murmullos, sus olores, y por su puesto su luz, al amanecer o al atardecer, esa piedra cálida, limpia, tallada, vieja y perfecta.























Catedrales 

Salamanca es uno de los pocos lugares del mundo católico con dos catedrales. Varias iglesias sí, pero dos catedrales no suele ocurrir. La catedral vieja está a la par de la catedral nueva, en el barrio antiguo de la ciudad castellana.

De estilo gótico, tardaron cerca de dos siglos en construirla, del XVI al XVIII. Se integra muy bien con el resto del centro viejo de Salamanca, su Universidad centenaria y sus calles llenas de las conchas doradas que orientan a los peregrinos de Santiago.

La entrada a la catedral nueva es gratuita, pero la catedral vieja, su claustro y museo valen 4.25 euros. Se puede entrar de forma gratuita el martes de 10 a 12 horas. Puedes subir también a la torre para ver el resto de la ciudad desde lo que es uno de sus más altos puntos de vista. Se observa desde arriba el viejo puente y el río Duero. La torre se abrió al público en el 2002 cuando nombraron a Salamanca capital cultural europea.

El interior de la catedral vieja está muy bonito y finamente restaurado. Las exposiciones del museo cambian a menudo y son de interés histórico y artístico sin necesariamente tener que ver con el tema religioso

Impresionante Catedral

La Catedral Nueva " LA VIRGEN DE LA ASUNCIÓN" tiene 2 estilos claramente diferenciados Gótico y Barroco.
Sin suda, es uno de los monumentos que no pueden dejar de visitar en Salamanca, ya que es algo impresionante.
En Septiembre, el tamborilero Mariquelo se sube con su flauta y tamboril a lo más alto para deleitarnos con su música charra.
No dejen pasar la oportunidad de alojarse en Casas rurales, es una casa rural ubicada en la zona turística de las Arribes del Duero, con mucho encanto, económico, con una decoración muy cuidada, totalmente equipada, super limpia, con capacidad para 6 personas , con aparcamiento y piscina propia.
Otro de los parajes que merecen la pena visitar son Las Arribes del Duero, declarado Parque Natural protegido de una gran belleza

























Catedral Vieja  de Salamanca

Salamanca, además de tantos y fabulosos edificios, cuenta con dos catedrales majestuosas. La Vieja, construida entre los siglos XII y XIV, posee muestras de estilos tanto románico como gótico; la Nueva, construida entre 1513 y 1733 en un estilo puramente gótico, se construyó paralela a la Catedral Vieja. Los dos templos son maravillosos, y hiela la sangre saber que la idea original al comienzo de la construcción de la Catedral Nueva era -luego de que estuviera terminada-, derribar la Vieja por considerarla oscura y muy antigua. Gracias al cielo, al finalizar las obras reconsideraron la idea de destruirla y por esa razón se conserva actualmente.

Un dato curioso: la Catedral Nueva fue la última en España en construirse según el estilo gótico.












Iglesia de San Esteban

No sé vosotros pero cada vez que veo una de esas iglesias de cortar el aire, me pongo a pensar qué habrá motivado a alguien a construir algo así.

Me ha pasado en la Iglesia de San Esteban que es la Catedral de Salamanca... Entras allí y tus ojos se pierden sin saber por dónde empezar a mirar, luego de arriba hasta abajo midiendo las alturas imposibles de sus columnas y cuando piensas que nada más te va a sorprender, te quedas parado delante de sus altares.

En la cabeza sigue la pregunta... ¿Qué habrá inspirado alguien a construir esto, cómo es posible que haya conseguido retener tanta belleza?

universidades y leyendas 





















La Universidad de Salamanca es la segunda universidad más antigua de España, y una de las más antiguas de Europa. Fue fundada en 1218 como una escuela general, luego convertida en Universidad por Alfonso X el Sabio en 1254.

Como Oxford o Cambridge, la Universidad de Salamanca tiene varios Colegios Mayores. Todos ellos fueron fundados como instituciones benéficas que permitían a los estudiantes pobres recibir una educación universitaria. Hoy en día muchos de estos Colegios siguen en pie, con la misma función que antes. Otros se han convertido en facultades y parte de la Universidad.

Hoy en día la Universidad de Salamanca goza de un gran prestigio y es considerada una de las instituciones de investigación más desarrollada.

Los edificios de la Universidad que vemos al entrar en el casco histórico son hoy en día, funciones diferentes a hace 3 o 4 siglos. Los edificios y aulas más antiguas (como la famosa fachada) ya no son usados sino para conferencias, actos académicos extraordinarios y para visitas turísticas. Se han creado muchos edificios alrededor del casco antiguo, donde hoy en día están repartidos una gran parte de las aulas universitarias (en general las ciencias sociales y naturales están fuera del casco, dejando dentro a las carreras de letras).

 Donde esta la rana 

























Un clásico salmantino: la fachada de la universidad y su rana. Basta dar una vuelta por las tiendas de souvenirs de los alrededores para ver que todo gira en torno al sapito y su ¿leyenda?, que cuenta que si consigues verlo aprobarás el curso.

"Es el reclamo", afirma, molesto, el guardia de seguridad de la universidad. "¡Y es una pena! Lo interesante es ver el resto de la fachada". No es el primero: Miguel de Unamuno, filósofo, escritor, rector de la Universidad de Salamanca y personaje clave en cualquier guía turística de la ciudad, ya lo dijo en su momento: "No es lo malo que vean la rana, sino que no vean más que la rana".

Convertida en un invento turístico para atraer al guiri medio, tenerle un rato mirando y conseguir que se lleve el souvenir de recuerdo, muchos locales reniegan del tópico. Sobre todo porque le resta atención a la fachada de estilo plateresco, llena de detalles. "Los turistas entran a la taquilla de la Universidad a preguntarnos dónde está la dichosa rana, y una de las vendedoras de entradas se lo dice claro: "yo no estoy aquí para enseñártela. Vas y la buscas."

Para el que no quiera buscarla, la rana reposa, pequeña y menuda, sobre una calavera en el lado derecho de la fachada. La calavera forma también parte de la leyenda más repetida sobre el símbolo: el sapo representa el sexo femenino y éste, mal llevado, a la muerte. Juntas, la rana y la calavera recordaban a los estudiantes de la universidad que menos lujuria y más estudios.

Otra teoría, un poco menos repetida porque data de 2009, es la del filólogo Benjamín García-Hernández. En su estudio "El desafío de la rana de Salamanca: cuando la rana críe pelos", el autor señala que las tres calaveras del conjunto (porque hay tres seguidas) representan a cada uno de los hijos de los Reyes Católicos. La de la rana encima, en concreto, es la del príncipe Juan, fallecido antes de cumplir los 20 años. El animal simboliza al doctor que trató de salvar la vida del heredero sin éxito.

Juntos, calavera y anfibio lanzan sutilmente el mensaje de que "pese a que el conjunto de la fachada pretende resucitar a los notables de la época (los reyes), la resurrección no es posible". Esta teoría le sirve a García-Hernández para explicar el 'orden de lectura' del monumento: la rana era un elemento secundario, con intención de colar un mensaje, en una fachada rendida a los Reyes Católicos. Y al final terminó convirtiéndose en el principal reclamo.

Y así, al final la fachada cuenta lo que la historia quería contar. Por mucho que algunos la vean como ese incómodo y vulgar tópico.

PALACIOS Y LUGARES DE ENCUENTRO 



PALACIO DE ANAYA

El Palacio de Anaya es un palacio muy lindo, que se encuentra atrás de la catedral nueva de Salamanca, ahora es la facultad de filología, y atrás tiene una biblioteca que está abierta a todos los estudiantes del campus de la ciudad.

Es un palacio neoclásico. Su fachada recuerda los templos romanos, con cuatro columnas y un techo triangular.

Por el lado izquierdo hay una capilla, que era la del Colegio Mayor de San Bartolomé, fundado en el 1401 por Diego de Anaya y Maldonado. Antes en este lugar se encontraba el palacio episcopal, y la iglesia de San Bartolomé, por eso se le puso este nombre al colegio, y aún hoy, a veces se le llama así al palacio de Anaya.

Se puede entrar al claustro a visitar, sabiendo que es la universidad de filología ahora, entonces está lleno de estudiantes, que le dan al edificio antiguo un toque más moderno y alegre, eso me gusta más que ver los monumentos vacíos, solamente con turistas y sin vida.

Normalmente te permiten subir por las plantas, pero puede que te piden un carné de estudiante y te digan que a tal o tal lugar no se puede ir.

HUERTO DE CALIXTO Y MELIBEA




Este lugar es uno de los más visitados y bellos de Salamanca, no sólo por sus bellos jardines sino por su bella historia que en él descansa.
Se trata del huerto de Calixto y Melibea, ubicado en la antigua muralla de salamanca al pie del rio Tormes.

La obra la inmortalizó Fernando de Rojas y se quiso dejar constancia en el jardín los aires románticos y medievales que por aquel entonces se vivían.

El jardín tiene unos 2500 metros cuadrados y tiene varios elementos que os llamarán la atención como son la estatua de la Celestina  a la entrada, la fuente, el pozo, el arco y como no su distribución de plantas y árboles (curiosamente os vais a encontrar muchas parras).

Además se comenta que la ciudad de Salamanca fue el escenario donde se inspiró el Fernando de Rojas para escribir su novela.

Este bello rincón evoca pues el lugar donde la pareja de enamorados Calixto y Melibea se citaban por medio de la Celestina.

Amor, Naturaleza, Romanticismo e Historia hacen de estos jardines un lugar apartado para el silencio, la meditación y el romanticismo.Todo junto a unas bellas puestas de Sol de las que alguna vez fueron testigos Calixto y Melibea.

CASTILLO DEL AMOR 




Cuando las tierras zamoranas de Toro se convierten en la dehesa salmantina y parece que no encontrarás nada más que pastizales, descubres, por una pista maltrecha, el Castillo de Buen Amor. Esta fortaleza gótica del siglo XV rodeada de campos vacíos con verdes manchas de encinas es como una alucinación. Es imposible sustraerse al clima que destila, la sensación es que uno ha retrocedido en el tiempo y se encuentra en un palacio de montería, donde señores e invitados disfrutarían de la buena vida.
Amueblado con una exquisitez y refinamiento que lo acercan más a un palacio que a una fortaleza, lleno de detalles –tapices, óleos, armaduras- dignos de un museo, el castillo cuenta con seis salones que se entrelazan por medio de un laberinto de bóvedas, pasadizos y escalinatas y dan a un fantástico patio renacentista. Las habitaciones, de gran encanto, mezclan toques contemporáneos con detalles antiguos. El castillo está rodeado por 116 hectáreas salpicadas por bosquecillos de encinas y pinos. En suma: Un lugar de cuento, para ocasiones MUY especiales.



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